viernes, octubre 26, 2007

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Hay momentos que debemos elegir que camino seguir. La típica rebeldía de la pubertad ya quedó sepultada en el pasado y uno, supuestamente experimentado y maduro, debe dar un giro a su vida.
En el futuro inmediato se vislumbran los compromisos maritales, el trabajo, la familia y una actitud acorde que es el fruto del desarrollo natural de la existencia.
El redil siempre aguardará ansioso la llegada de otra oveja descarriada, y el buen pastor, sonriente, dirá: “Sabía que este era tu lugar. Aquí estarás en compañía de tus hermanos y bajo mi atenta mirada. Bienvenido”
Sin embargo, yo le tengo una noticia Señor Pastor: Antes que el redil prefiero el abismo, pues allí seré libre para morir en medio de mi júbilo o de mi desesperación, mientras que en compañía de mis hermanos, cada alegría o dolor que experimente se confundirán con los de ellos: seremos muchas ovejas y un solo grito, y yo prefiero ser muchos gritos en una solitaria oveja.

1 comentario:

Lola dijo...

cuando es´tás con otros sonríes y asii
pero la mayorái de las veces no eres tu
besos nena
xOXO, bye!
angie