viernes, diciembre 14, 2007

Problema de clase


Estoy atravesando un “problema de clase”, por denominarlo de algún modo…
¿Qué quiere decir esto? Que no puedo encontrar gente de la misma clase social que yo, o sea, de clase media. Y esto, para mí, representa un conflicto…

Les voy a explicar porqué…

Antes que nada, quiero dejar en claro que yo no tengo inconveniente en relacionarme, ya sea con gente humilde o, por el contrario, con personas adineradas. Pero estos tipos de lazos suelen ser bastante frágiles…

Dos ejemplos rapidísimos:

Mis compañeros de la veterinaria son personas de clase media-baja. Los sábados nos sentamos a tomar mate todos juntos y está todo más que bien. Sin embargo, es imposible para mí sostener una conversación con alguno de ellos: no tenemos nada en común.

Sus problemas no tienen nada que ver con los míos: ellos se alarman porque no pueden llegar a fin de mes y yo me preocupo porque no tengo amigos (por dar simplemente un ejemplo).

Si yo les contara que tomo antidepresivos porque hay días en los que no encuentro motivo alguno para levantarme, ellos me dirían que estoy loca: nadie que en su casa tenga aire acondicionado y microondas puede ser infeliz, según su criterio.

Y del otro lado, se ubican mis compañeros/as del GYM.

Claro…yo también en vez de anotarme en un gimnasio donde me sale 35 mangos el pase libre, elijo uno donde me cobran el doble. Pero ojo, no lo hago para pretender estar en un status superior al que me hallo. NO. Lo hago porque me aburro fácil de las cosas y necesito cambiar permanentemente, es por eso que ya me recorrí TODOS los gimnasios del Palomar (MIENTO: el CROSS aún no lo conocí).

En fin…la cuestión es que los chicos y las chicas que van al ATP son todos nenes y nenas de plata, procedentes de Ciudad Jardín.

Con ellos tampoco me siento cómoda porque lo único que hacen es hablar de sus enormes ingresos (aquellos que les dejan las empresas de sus papis, obvio, porque ninguno de ellos sería capaz de conseguir un trabajo por mérito propio) y de donde van a ir a vacacionar el año que viene. Demás está decir que todos veranean en el exterior, claro está…

Yo he tenido la posibilidad de salir con chicos de clases sociales opuestas: acaudalados y humildes.

Y si tengo que elegir entre unos y otros, me quedo con los de clase baja. De todas formas, tampoco está bueno: esta gente envidiaba mi bienestar y, dadas las circunstancias, la que era tildada de “nenita de papá” era yo…

Sin embargo, peor son los ricachones…

Hace poco salí con un pibe que cualquier mina consideraría “perfecto”: chico de gym (bien fornido), carilindo, con tremendo auto, etc.

Yo era la envidia de todas, porque había logrado que se fijara en mí y encima sin habérmelo propuesto…

Ahora, yo digo…

Es buenísimo que sea lindo y es buenísimo que tenga auto…pero…con eso sólo, ¿que hacemos?

¿Es posible sostener una relación con un hombre sólo porque éste tiene auto y está bueno?

Además, ¿no es más valedero que alguien se compre su propio vehículo a costa de esfuerzo y sacrificio y no que lo tenga porque se lo regalaron sus padres?

¿Y qué pasa si el flaco está super partible pero no tiene nada en la cabeza?

Lo lamento má, sé que te decepcioné, pero no soy una mina materialista…

Honestamente, a mi una billetera abultada o un auto nuevo no me significan nada…

Como diría Shania Twain, “that don't impress me much”. :D

Y con respecto a los "facheritos"...tampoco los quiero en mi vida. Estos tipos te torturan si llegás a subir un kilo...y además...nunca vas a ser lo suficientemente buena para ellos. Algún defecto te van a encontrar.
Bastante me acomplejó mi ex, así que no más modelitos for a while...


ME FUI!

No hay comentarios.: