Mi historia

Hola! Me llamo Natalia, nací el 14/03/84
y tengo sólo 2 añitos.
Soy la niña mimada de la casa. En cuatro años dejaré de ser hija única y tendré un hermano llamado Cristian que, con el correr del tiempo, será el favorito de mis padres.
Llevaré una infancia normal y seré una niña feliz hasta que empiece el colegio, para ese entonces comenzarán a aflorar mis problemas. Mis compañeritos, crueles infantes si los habrá, comenzarán a meterse conmigo sin razón aparente. Mis relaciones serán débiles y efímeras, no tendré amigos hasta llegada la pubertad.
A los 8 años me enfrentaré a la muerte por primera vez, mi abuelo materno, quién me enseñará a leer, escribir y a repetir de memoria las tablas de multiplicar, se enfermará de cáncer y lo veré morir frente a mis ojos. A partir de ese momento, entenderé que la vida es injusta y que Dios te arrebata a tus seres queridos cuando mejor le parece y de la peor manera.
Como dije anteriormente, mis compañeros de escuela no dejarán de hacerme la vida imposible hasta que finalice el secundario. Las chicas no querrán ser mis amigas y los chicos no me prestarán atención sino que se burlarán de mí y de mi aspecto físico. No seré una joven muy agraciada: tendré un sobrepeso importante, aparatos en los dientes, zapatos ortopédicos e infinitas razones para que esas basuras derrumben mi endeble autoestima.
Solitaria e insegura, me refugiaré en mi hogar: el único lugar seguro para alguien tan sensible y especial como yo. Con el tiempo sabré que mi extrema timidez no es sino una terrible fobia social que impedirá que lleve una adolescencia “normal”, como el resto de mis congéneres. Mientras todos experimentarán sus primeros bailes, amoríos y demás cuestiones propias de la juventud, yo me quedaré aislada en mi propio mundo, un mundo lleno de limitaciones, soledad y tristezas.
Entonces comenzaré a idear mi propia muerte, no pensaré en otra cosa que no sea el suicidio. Verbalizaré tales pensamientos hasta que mis padres se dignen a ayudarme. Será ese el momento en que empiece a recorrer diversos consultorios en busca de ayuda que nunca podré obtener. Tal será la desesperación de mis parientes que harán cosas tan insensatas como llevarme a ver a una especie de mano santa o visitar el santuario del Padre Mario Pantaleo.
Al poco tiempo conoceré a un excelente psiquiatra, el Dr. Osvaldo Sinatra, que de a poco logrará sacarme adelante. Obviamente, será un proceso lento, con muchas ideas y venidas, que además incluirá un cóctel de medicación sorprendente.
Mi vida empezará a cambiar paulatinamente. Empezaré a estudiar Diseño Gráfico en la facultad de Morón pero al año siguiente abandonaré la carrera para dar comienzo a otra muy distinta: Ciencias de la Comunicación. Admirable medida para alguien que siempre había tenido fobia a la exposición.
A los 21 años tendré mi primera relación con un chico. Estaremos juntos unos años y a pesar de que no funcionará será lindo mientras dure.
En el año 2005 obtendré la Tecnicatura en Periodismo.
Recién en el 2006 empezaré a trabajar. Transitaré por una serie de trabajos en los cuáles no duraré mucho tiempo debido a mi desinterés y falta de compromiso.
En el 2007 emprenderé otra carrera, muy diferente a la anterior: el profesorado de inglés. Aún así nunca tendré en claro que es lo que quiero para mi vida…
Mi forma de ser, depresiva y pesimista, se mantendrá a lo largo de toda mi existencia.
Los años pasarán y el interrogante de porqué vine a este mundo seguirá sin respuesta hasta el día de mi muerte.

En fin…esta es, muy a grandes rasgos, la historia de mi vida…
Hay cosas que se omitieron ya sea por falta de espacio o por constituir episodios bastante dolorosos para la autora…

Si querés saber más acerca de mi infancia, mandá un mensaje al 2020 con la palabra “unhappy-chilhood”… (bromita)

Me voy!