Ayer me sentí más desdichada q nunca…

Por la tarde fui a buscar unos apuntes a Ciudad Jardín (no tenía ni ganas de moverme pero, como necesitaba encargar un libro, no me quedó otra). Al acercarme a la famosa “plaza del avión” observé como una congregación de adolescentes festejaba el día de la primavera: parejitas por todos lados, las jóvenes, todas con flores en sus manos…

Al divisar semejante cosa, decidí volverme a mi casa lo antes posible.

Cuando llego, mi mamá me dice : “Naty, hoy viene a comer José (un ex empleado de mi viejo) con su familia”.

Buenísimo: a mi entender no hay nada más detestable q recibir visitas! Sobre todo si se trata de gente q no te interesa en lo más mínimo.

Pero bueh, ya era tarde para “huir”.

Setting the scene: llegó José junto a su mujer, su hijo Antonio y su hija mayor, Silvina, q vino acompañada por su actual pareja.

Y surgieron los temas típicos…

José contó q su otra hija, Débora (22), estaba viviendo en los Estados Unidos, con su esposo. Aparentemente, les está yendo muy bien ahí…

(frente a este comentario, mi viejo acotó: “Y tiene un año menos q vos…”, como marcando la diferencia)

Silvina (26), por su parte, nos contó q estaba esperando su primer hijo.

Y Antonio, de sólo 19 años, nos habló del lugar donde está trabajando actualmente: el pequeño gana $2500 y está ahorrando para comprarse su primer auto.

Y claro, llegó la hora de hablar de uno…de hablar de mí, más precisamente…

Y no me dio para mentir: estoy cansada de inventar historias para q la gente no sepa lo mucho q mi vida apesta. Así q dije la verdad…

Cuando me preguntaron: “Y vos, Naty, ¿Q haces de tu vida? ¿Trabajas? ¿Estás de novia?" Respondí lo siguiente:

“Estoy estudiando el Profesorado de Inglés, es la tercera carrera q empiezo y dudo q la termine.

Estoy trabajando, sí. En la semana doy clases de inglés en un colegio: me pagan bastante poco y no logro q unos pendejos de 7 años me tengan respeto. Salgo de ahí al borde de un colapso nervioso…
Y los sábados laburo en una veterinaria donde mi jefe es un "psicoterrorista" laboral y yo, una víctima de mobbing.
Digámoslo así, mientras Débora vive el “American Dream”, y Antonio ahorra para comprarse un coche, yo apenas llego a los $300 mensuales.

Y no, no estoy de novia. Te lo resumo de esta manera: cada vez q saco a pasear a mi perro, a él lo miran más q a mí…”

En fin, menos mal q este tipo de reuniones no se dan muy a menudo…

ME VOY!