miércoles, noviembre 28, 2007

Difícil ponerle un título a esto...

Hoy una persona a la que denominaré “X” me mandó el siguiente mensaje: “Natalia, decime que estás en tu casa. Necesito hablar con vos, estoy desesperada!”.

Inmediatamente le contesté: “Estoy en Rosales, esperame que en cinco minutos llego”.

Finalmente nos encontramos...

Cuando la vi, “X” estaba llorando desconsolada. Le pregunté que le pasaba, aunque en realidad me lo imaginaba…

“X” tiene 19 años y está embarazada. Quería que yo le diera un consejo acerca de si debía tener a su bebé o no…

Ella había estado conviviendo con el novio hasta hace algunos meses. El pibe no trabaja (“X” lo mantenía mientras vivían juntos). Ninguno de los dos se encuentra en condiciones de mantener a un hijo. Y como si esto fuera poco, la pareja se haya al borde de la disolución…

Yo no soy “pro aborto” pero tampoco podía darle sermones de moralista en tales circunstancias.

A su vez, tampoco podía decirle “andá y abortá” porque si le pasaba algo me iba a sentir terriblemente culpable.

O sea, cuando tenés plata las cosas son más fáciles: vas, pagas y lo haces…

Pero este no era el caso.

Honestamente, no sabía que decirle. Todo lo que podía brindarle era contención y apoyo emocional. Si quería que yo le hablase de algún método abortivo casero, iba muerta…

Yo soy una nenita de mamá. Mi primer beso fue a los 18 y mi primera vez a los 21. Recién ahora estoy empezando a “vivir”. Sin dudas me falta calle (estoy segura de que ella, con sólo 19 años, sabe muchísimo más que yo).

En fin, como no sabía que hacer, la convencí de ir a la salita…a ver si se podía hacer “algo” para interrumpir el embarazo.

Hace no mucho yo había tenido un atraso de una semana. Todavía estaba con mi ex, aunque ya habíamos dejado de ser novios. Como soy super regular, yo ya estaba caminando por las paredes…
El método que habíamos empleado fue el denominado “coito interrumpido”.
Yo me había hecho un test y me había dado negativo. Aún así, como no estaba tranquila, había ido al médico.
Me acuerdo que fue una experiencia bastante traumática porque el tipo me había re cagado a pedos. Hay una frase que recuerdo textual, me preguntó cuántos años tenía y cuando le dije, 23, me contestó: “Vos sos una pelotuda. ¿Sabés como te podés cagar la vida, no? Yo no te puedo garantizar que no estés embarazada porque todavía es muy pronto para saberlo. De todas formas, el test de embarazo es bastante efectivo. Y llegado al caso, conozco varias clínicas en Morón, donde realizan abortos con anestesista, así que quedate tranquila”.

Nunca en la vida me hubiera imaginado esa respuesta…

Sin embargo, tenía razón: yo fui una pelotuda. El otro no se quería poner forro y yo me arriesgaba a cualquier cosa…

Al poco tiempo conoció a una mina y a mí me sepultó en el olvido. Imagínense si yo hubiese estado embarazada…el me prometía que se iba a hacer cargo (falsas promesas) pero ni siquiera me acompañó al médico. Ese día era yo, llorando con un doctor que me hablaba de abortos y encima me había tratado de pelotuda (y con razón!).

Así que ya saben chicas: no crean en nadie. Ellos se van, consiguen otro lugar donde ponerla y las que cargamos con todo somos nosotras…

Pero volviendo al tema…fuimos a la salita y de ahí a la farmacia.

A “X” le aplicaron una inyección de Proluton y ahora tiene que esperar de tres a cinco días a ver si “le viene”.

Crucemos los dedos…

1 comentario:

*pata* dijo...

MMM... dificil dificil, bueno esperemos que no este embarazada pues si algo es muy muy muy malo para las mujeres es esperar a un niño cuando no lo queremos ... desde la cd. de México tambien estamos cruzando los dedos.

Me tome la libertad de agregarte comi link.. me gusta tu blog :P CIAO!!