lunes, diciembre 10, 2007

Good girls are mistreated

El otro día pasé por el D´antuan donde yo trabajaba (el que está en Avenida de Mayo, Ramos) y me vinieron a la cabeza un montón de recuerdos…

Ustedes no se imaginan lo que era ese lugar!

Encima a mí me había tocado la sucursal más fiestera: todos querían laburar ahí…

Y yo que pensaba que el 80% de los peluqueros eran putos… ¡qué equivocada que estaba!

Lástima que yo en ese entonces estaba de novia…y no era la misma de ahora…sino que tenía otros “principios”, por decirlo de algún modo.

Es verdad que Emiliano, Leandro, Gabriel y Diego estaban tremendos…pero mi corazón pertenecía a otra persona y nunca hubiese podido engañarlo. La culpa hubiera sido mucha…

Además, lo cierto es que a mí no me interesaba estar con otros hombres...así que me cansé de rechazar lo que hoy consideraría BUENAS OPORTUNIDADES.

Él (mi ex) me venía a buscar a las diez de la noche (yo trabajaba de 14 a 22 hs.)…a pesar de que le quedaba re lejos…y verlo ahí, esperando por mí, me hacía pensar que estaba eligiendo bien. Y a lo mejor, hasta fue así…

Ahora que nos peleamos sólo puedo pensar en las festicholas que me perdí por haber creído en algo tan ilusorio como la fidelidad…pero, por otro lado, yo apostaba por esa relación…le puse todas mis fichas…y aunque las cosas no salieron como yo hubiese querido…creo que por lo menos yo, transité el camino correcto…

En ese momento yo no quería formar parte de una orgía entre estilistas cool…sino que optaba por salir a caminar de la mano con él…y los sábados, en vez de ponerme en pedo, y transarme a medio mundo, yo prefería que nos quedáramos abrazados…mirando una película…luego de haber preparado la cena juntos...


Y todo era perfecto…

Pero lo bueno dura poco…y ahora sé que ESO no existe…porque quizá nunca existió, porque quizá la perfección la inventé yo…

1 comentario:

Andrew dijo...

Curioso tu enfoque de la fidelidad, creo que el mio fue al reves del tuyo y ahora estoy en la felicidad que da el ver una película abrazado de mi novia.

Suerte con tus polos pero más que nada disfruta el don de dejar de ser tu misma...